Maruquismo: cubierto por traidores y canallas
En Chihuahua existe una caterva de traidores, vivales y canallas encabezados por Jaime Ramón Herrera Corral, Mario Trevizo, Ricardo Yáñez y otros que ni vale la pena mencionar y que fungieron como delatores en los llamados expedientes X y así encontraron un criterio de oportunidad para las dispensas de los cargos penales a que se hicieron acreedores como cómplices y colaboradores furibundos del exgobernador César Duarte. De esa estirpe es, también, Javier Garfio, todo un llorón cuando le conviene.
Mal está nuestro derecho penal cuando establece ese tipo de mecanismos en favor de delincuentes que afectaron el patrimonio público de los chihuahuenses. Hoy gozan del apoyo del poder maruquista, en el que cohabitan PRI, obviamente el PAN y las excrecencias del PRD de Pavel Aguilar.
La ley ha de ser más dura con este tipo de personas, porque cuando delinquen lo hacen con toda conciencia y sabedores de que el crimen sí paga. A todos ya los han premiado al ponerlos en condición de rehabilitados, a otros entregándoles puestos y poderes futuros como es el caso de Mario Trevizo.
No tiene desperdicio el pensamiento del derechohumanista José Zalaquett: “Las víctimas no mienten, pero hay muchas personas que mienten para parecer víctimas”.
Hoy abundan a la sombra del alero del maruquismo.