Alguna vez electa como presidenta municipal de Nuevo Casas Grandes, hoy está recluida en el penal de Aquiles Serdán. Se trata de Cynthia Marina Ceballos Delgado, quien llegó al cargo por la alianza MORENA-PT-Nueva Alianza, aunque ella de origen es petista e hija de Miguel Ángel Escárcega, cacique cedepista de la región, ya fallecido, homólogo de Rubén Aguilar en contenidos y estilo de trabajo.

Ceballos Delgado está acusada de peculado agravado, según se afirma en los medios, y su detención obedece al ejercicio de la acción penal impulsado por la Fiscalía Anticorrupción que encabeza el panista Abelardo Valenzuela.

Se pone a prueba en este caso el sentido de la lucha anticorrupción del actual gobierno, ya que se trata de una mujer sin peso político y con presencia en un municipio de mediana importancia para el estado. Por contrastar, no se trata de un Cruz Pérez Cuéllar, alcalde morenista de Ciudad Juárez, también señalado en estos momentos por enriquecimiento ilícito.

Desde luego que aquí hay presunción de inocencia, pero ojalá no estemos en el preludio de una represión selectiva, máxime que la alcaldesa de Nuevo Casas Grandes se fue separando de los apoyos partidarios que tenía, y de alguna manera quedando en la orfandad política, pues hasta renunció al partido de su padre, el PT.

Veremos en breve si hay juez de consigna o no para este caso, o si se le dejarán en el penal con prisión preventiva; en fin, todo lo que se ha visto en las ligas mayores en asuntos de esta índole.

La crisis afectará a este municipio del noroeste de la entidad porque momentáneamente queda acéfalo el cargo principal, y desde luego accionarán las maniobras del PAN maruquista para imponerse.

En lo que no hay duda es que en los métodos de MORENA está el veneno que puede lesionarlo mortalmente: eligen sus candidatos sin filtro alguno. En su cuero lo hallarán.