Columna

Libertad de prensa hoy: nada qué celebrar

El 7 de junio, llamado Día de la Libertad de Expresión en México, fue instituido en 1951 en el clímax del gobierno de Miguel Alemán Valdés, emblemático de la corrupción política más escandalosa del país. Pasados los años, Luis Echeverría Álvarez estableció el Premio Nacional de Periodismo en la misma fecha.

Sin duda se trata de una efeméride que tiene que ver, sobre todo, con los mecanismos de control y cooptación de los medios de comunicación por el estado autoritario.

En la memoria del país están aquellos banquetes que el presidente de la república, y todos los gobernadores, organizaban para Carlos Denegri, el prototipo de periodista lacayo y entregado al poder, de cuya pluma brotaban las verdades oficiales, las que el gobierno priista quería.

Esto ha sido materia de una novela del escritor Enrique Serna, El vendedor de silencio, altamente recomendable para este día, y para el resto de nuestras vidas, porque ahí se retratan todas las lacras de un periodismo que no acaba de irse, y es más de tomarse en cuenta ahora que los medios, a falta de verdaderos partidos opositores, son el enemigo común del régimen.

Hoy el poder público en Chihuahua ya cooptó a la prensa local, brindándoles publicidad a manos llenas (en algunos casos hasta un tercio de las páginas de la sección principal). Tan grotesco es esto, que hasta el pobre y pequeñísimo ayuntamiento del municipio de Aquiles Serdán, pagó media plana, a full color, para “festejar” este aniversario.

Seguramente en el transcurso del día el gobierno de María Eugenia Campos, luego de tomarse la fotos con algunos reporteros en la sierra chihuahuense, realizará fiestas, banquetes, sorteos y entrega de premios y enseres domésticos, lo que únicamente será la confesión de los bozales que ha puesto con dinero público a los principales medios de información, controlados como nunca.

A contrapelo de todo esto, no lo olvidemos, la ONU estableció desde 1993 el 3 de mayo como el Día Internacional de la Libertad de Prensa, fecha más digna de celebrar, especialmente para la prensa que se asuma independiente.