Jaime García Chávez

La basura es un gran negocio. El escándalo Klifler en el municipio de Chihuahua lo demuestra, como un ejemplo de outsourcing mediante el cual el municipio se deshizo de su responsabilidad directa de recoger la basura, delegándola a particulares que no tan solo lo hacen mal, sino que también agreden los derechos laborales de los trabajadores, que debieran ser del municipio.

Klifer es un buen ejemplo de cómo gobernó Maru Campos cinco años, que desmiente los resultados que dice haber alcanzado. Los cinco años que estuvo en el gobierno municipal y que se prolongan ahora con el servil Bonilla fueron de conflicto e incumplimiento. Ahora parece que se quieren deshacer de la empresa, la información al respecto fluye limitadamente.

Todo mundo quisiera saber dos cosas: quiénes son los dueños y socios de Klifer, pero particularmente a quién quieren beneficiar con un nuevo contrato, seguramente otorgado bajo los mecanismos de corrupción tradicionales.