AMLO, Chihuahua no necesita cuarteles
Para esta columna resultaría muy poco el espacio para enumerar lo que requieren como prioridades las relaciones del estado de Chihuahua con la federación.
Desentendiéndose de esto, López Obrador visitará el estado para inaugurar un cuartel de la Guardia Nacional, el disfraz de la más descarada militarización del país. Aparte, esa Guardia Nacional ha sido un fracaso en la tarea que se le atribuye esencial, porque ahora hasta el reparto de gas se le va a entregar.
Y más allá de eso, es importante subrayar que ese cuartel estará a horas de distancia de las zonas de mayor conflicto y dolor humano: nuestra sierra, donde hay grandes extensiones de extraterritorialidad, gavillas delincuenciales, refugio para la cobertura de bandas criminales, trasiego de drogas, desplazamientos obligados de población, extorsión y destrucción de bosques y pastizales.
Con extraña lógica militar, salvo que por esta se entienda alojamiento cercano a plácidos lugares, ese cuartel estará muy distante de los escenarios de la guerra y la delincuencia; y como todo cuartel, no tardará en convertirse en un peligro para el parroquiano común y corriente, el que nada debe pero todo teme.
Por último no olvidemos que la Guardia Nacional significa para Chihuahua represión y muerte, presos políticos que afectan los movimientos sociales.