Continúa el fraude a la ley. Todo un alud de “informes legislativos” hemos visto en la escena pública, lo mismo del PAN que del PRI o MORENA. Informes que en realidad no cubren las expectativas de transparentar las actividades de diputados o senadores, o en sí mismas son tan intrascendentes que no valen la pena. 

Pero eso les tiene absolutamente sin cuidado. Los informes son pasarelas para decir “aquí estoy y quiero más; hice esto, pero sobre todo quiero aquello”. Adictos al banal ceremonial, se comprueba que sólo emplean la parte reptilesca que la evolución dejó a los humanos en sus cerebros. 

Empero, el que se llevó las palmas en este tiempo de canallas es Cruz Pérez Cuellar –hombre de derecha y duartista en su tiempo hasta la médula– que, desmintiendo en los hechos el obradorismo, congregó en zona “fifí” a los tradicionales enemigos del pueblo de Chihuahua. No los enumero a todos por hacer breve este texto, pero son imperdibles Patricio Martínez García y Tomás Zaragoza. También mil máscaras Juan Blanco, el traidor y corrupto contumaz. 

¿Es que quieren agregar un periodo gubernamental más y perdido para el estado?