De ninguna otra manera se puede tipificar, valga la expresión, sino de recaudatorio y absurdo el programa permanente de cobro por actas expedidas por el sistema del Registro Civil del gobierno estatal. El truco está en que un trámite de estas características, o mejor dicho, el producto de lo anterior, es decir el documento entregado en forma de acta de nacimiento, sólo tiene una vigencia anual. 

¿Qué le impide a las instituciones e instancias privadas saber detalles del nacimiento de una persona en una acta “vieja”, cuando vieja aquí significa 366 días antes del trámite? Por supuesto hay circunstancias especiales, como las llamadas anotaciones al reverso o al calce por cambios en las condiciones civiles de los interesados e interesadas; pero de cualquier modo el cobro se aplica y la política de caducidad es pareja.

La administración pública ya lleva años en esta depredadora modalidad, y aquí sí se trata de un “asalto suave” a los bolsillos de la ciudadanía; pero ni el cambio prometido ni el nuevo amanecer han abandonado esa práctica. En plena era digital, no lo valen ni el papel que se gasta para ello ni siquiera en términos de conciencia ecológica. 

No hay justificación alguna, pues, para que eso ocurra. Ni administrativa ni financieramente hablando. Los dos millones y medio de pesos que obtiene en promedio cada año la dependencia por ese concepto se los gasta cualquier funcionario en un viajecito a Londres, Mazatlán o cualquier destino paradisiaco que usted indique en la geografía, siempre y cuando esté más allá de los linderos de la aldea que habitamos los chihuahuenses y que tanto hastía al corralismo. Esos cobros no se explican siquiera ante la falsa austeridad de una administración que cree no tener su propio plan de caducidad, aunque el tiempo avance inexorablemente.

Si invirtiéramos la aplicación y los resultados de ese ejercicio recaudatorio, la ciudadanía bien podría exigir un cambio de régimen, porque este que ya lleva tres años –como dicen los masones, “en sueños”– ya no está vigente. 

Por cierto, en el área de solicitud de actas en el Registro Civil también se ofrecen servicios a los que ya no tienen madre.