Hans Magnus Enzensberger escribió un notable libro que tituló Política y delito, que la editorial Anagrama de Barcelona publicó en español, traducido por Lucas Sala. El libro data de 1964 publicado en alemán y fue en 1987 que lo conocimos en castellano. Se trata de una obra que nos habla de esa frecuente mezcla que se da entre la política –aparentemente una actividad limpia– y el delito –certeramente una actividad sucia–. El texto lo mismo nos habla del Chicago terrorista de los gángsters, de la Nueva Camorra y otros escritos dentro de los cuales está la teoría de la traición, pero no me ocuparé de ellos porque lo haré específicamente de uno de los capítulos iniciales que describe con mucha exactitud al dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, que brinda el retrato de un Padre de la patria –acostumbraba tener cerca de un centenar de títulos notables, aunque prefería el de Benefactor de la patria– y que hizo de la técnica de ejercer el poder una actividad en que las fronteras de lo político se adentraban en los territorios de la delincuencia y viceversa. Años después lo que el alemán escribió lo retomó magistralmente Mario Vargas Llosas al publicar La fiesta del chivo, quizás la novela de dictador latinoamericano más notable hasta ahora y sólo superable en el futuro cuando alguien emprenda similar y más basta tarea con Fidel Castro Ruz.

He afirmado en el pasado, en un ejercicio de experimentación analítica, que en Chihuahua y no pocas partes del país, Trujillo se reproduce en menor o mayor escala. Cuando Patricio Martínez tenía el poder en esta tierra, hasta hice un paralelismo entre los ministros del dominicano y los funcionarios locales, ¿con qué fortuna? No lo sé. Ahora presento una tabla de analogías entre el dictador y el cacique mayor de Chihuahua. De un lado se describe cómo gobernó por cerca de 35 años Trujillo y las similitudes que encuentro en la forma que lo hace Duarte Jáquez. Las analogías se explican quizá por la compleja herencia colonial, por el primitivismo de los priístas, por la ignorancia, por obedecer una cultura política petrificada, y lo que usted guste. Pero las similitudes y tendencias, por decir lo menos, son muchas, para no decir sorprendentes. La proverbial corrupción que se vive en Chihuahua en la que cada gobernador aspira a ser el dueño del estado, la completó con creces Trujillo con más de 30 años en el poder. Con mérito en este antecedente podemos afirmar que si a Duarte se le concedieran, hasta dueño de los panteones se haría, pero afortunadamente su declive ha iniciado y sus propósitos cada vez serán menos alcanzables porque tiene la desgracia, distinta a su probable mentor caribeño, de haber recibido seis años de poder que estimó eternos y que él se encargó de empequeñecer cada paso.

Para no abundar más, vea usted estas analogías:

 

 

Rafael Leónidas Trujillo

 

César Horacio Duarte Jáquez

Política personalista, no confió en nadie, fue un corruptor y traidor excepcional: pruebas de su ductilidad

Odorico Vázquez, siendo secretario particular de César Duarte, gobernador del Estado, afirmó que está prohibido en Chihuahua criticar a la figura del gobernador, en esta vida y en la futura. El secretario dijo que se puede criticar a cualquier funcionario, menos al jefe del ejecutivo porque éste es sagrado. Sobre todo es un gobierno de leales y paisanos.

Nunca delegó poderes permanentes; para evitar su acumulación en las cimas de la administración, rotaba o depuraba al personal, incluso al más cercano. Sus funcionarios se enteraban de su dimisión o aprehensión por la prensa

Ha tenido cuatro secretarios particulares, dos secretarios generales, dos fiscales, dos secretarios de hacienda y a todos sus funcionarios los cataloga de “chanates” en constante depuración.

No permitió amistad entre sus colaboradores para evitar “camarillas”

La practica es mantener en rivalidad a los integrantes de su equipo cercano

A sus depuraciones seguían largos periodos de calma y hasta se mostraba liberal con sus opositores; atraía a sus adversarios potenciales y los obligaba a adherirse al régimen; a otros los enviaba a la cárcel

Aquí los opositores fueron comprados como el PRD y otros miembros de la oposición amaestrada, que lo mismo se encuentran en MC, PT, PANAL y Verde o con cargos de diputados, síndicos y alcaldes. Constante presencia de antimotines en protestas pacíficas

La discrepancia entre la ley y la corrupción no le estorbaba; al contrario, le resultaba ventajosa: los cargos contra su gente los incluía en sus propios expedientes para someterlos después a presión

No hay fiscalización ni auditoría. Dependen por completo de amigos y paisanos. ICHITAIP, Tribunal Estatal Electoral, IEE, totalmente dependientes. La cultura de la legalidad es el disfraz de un gobierno con apego a la ley y en el que no hay división de poderes, y por tanto, ni Constitución. Recientemente se eligió por consigna y sin mérito a Miguel Salcido. A cada cuadro se le lleva su expediente para hacerlo caer en desgracia discrecionalmente, como al presidente del STJ, Javier Ramírez Benítez

Con tiroteos, en un país de 3 millones de habitantes, no había qué preocuparse por la tranquilidad

Él dice que recuperó la paz y que sólo hay esporádicamente incidentes aunque la realidad va por otro lado en muchas regiones bajo control de la delincuencia con la que tienen un modus operandi

Todos los burócratas debían pertenecer al Partido, presentar su carnet en las elecciones y aportarle legalmente el 10% de su sueldo

El PRI es un partido de Estado, a pesar de estar prohibida la filiación corporativa, ésta regresó y a los funcionarios se les deduce un porcentaje de su suelo de manera obligatoria

Su policía secreta no era homogénea: estaba constituida por muchas organizaciones y reclutaba a la intelectualidad burguesa, a veteranos del FBI y la CIA y a delincuentes en prisiones

Es el caso, El Wicked hasta conferencista del duartismo ha resultado y en algunos cargos clave del aparato represivo hay gente de fuera jugando un papel siniestro. Esa policía intimida, amenaza y donde puede golpea gente, como a los vendedores ambulantes

Su larga permanencia en el poder no sólo se debió a su metodología personal de gobierno, sino de asirse a las bases tradicionales: iglesia católica, ejército, capitalistas, gobierno de EUA y Partido

Si bien es cierto no hay una larga permanencia, sí se ha recurrido a los mecanismos tradicionales como la Consagración, el apoyo del arzobispo Miranda Weckmann y su séquito de retrógradas; homenajes al ejército y entreguismo a empresarios como Luis Lara. Bailó con la gobernadora de Nuevo México

Al Partido lo necesitaba para mantener su ficción de democracia parlamentaria y lo usaba como instrumento de propaganda, como organismo de espionaje y empresa comercial (con el 10% deducido a la burocracia)

La cuota del 10% a burócratas, la mochada en obra pública se mantiene y acrecienta. El partido sería muy poco sin su apoyo estatal; la prensa está vendida y es aduladora y basta recorrer las calles para ver la propaganda en la que se mezclan persona, gobierno y partido

El programa del Partido constaba en lo esencial de las ocho letras de la palabra “Trujillo”

Al igual aquí, el emblema corporativo del gobierno actual difunde hasta la saciedad las letras “C” y “D”; la jefa del DIF las estilizó para que parecieran un corazón. Duarte le ha puesto a Chihuahua su fierro de herrar

Como presidente de un país donde el catolicismo es religión de Estado y como católico practicante, Trujillo se aseguró el apoyo de la iglesia y el Vaticano. En cada manifestación oficial y en cada reunión del Partido había misa solemne o por lo menos un Tedeum

Igual que aquí, con la Consagración, las reiteradas violaciones al Estado laico, las imploraciones a las bendiciones celestiales, y si bien no hay una religión de Estado, podemos decir que se ha claudicado en favor de una iglesia en decadencia. En cuanta oportunidad tienen, Duarte y su séquito aparecen en ceremoniales religiosos

El ejército y la policía absorbían el 46% del presupuesto; poseía 40 mil hombres y disponía de las armas más modernas

Tiene un equipo de seguridad personal y familiar con vehículos blindados que envidiaría el mismo Obama cuando se desplaza en territorio de los Estados Unidos. Clausura permanentemente calles para ceremonias y para su desplazamiento con la pretensión de mostrarse poderoso

Tuvo un trágico final: reventó por fin en la cuneta de una carretera. Mucho poder autodestruyó a ese poder

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