Hace unos días me encontré en la Plaza de Armas a unos líderes étnicos de la sierra tarahumara y me informaron de un hecho ya nada singular, porque acontece prácticamente cada año a medio invierno. Se trata de los supuestos apoyos que se envían a la región serrana, a destiempo, y que se van quedando en el camino, o de plano nunca llegan al destino que se publicita aquí en la ciudad de Chihuahua.
Como se sabe, con motivo del duro invierno hasta hubo declaratorias de emergencia y no faltó en la capital del estado la exhibición de un gran convoy con toneladas de alimentos y cobijas, a los que Duarte y los suyos les dieron el banderazo para el arranque. Pues bien, los informantes dicen que a prácticamente dos semanas nada llega a las comunidades serranas, en especial a las de origen étnico. Ellos gestionan aquí los recursos para trasladarse a la Ciudad de México a plantear el reclamo.
Pero eso sí, el discurso, la escenografía, ocupan las principales planas y espacios de los medios, anunciando un socorro extemporáneo (a la mitad del invierno). Así se engaña a los chihuahuenses por parte del cacicazgo.
Por otra parte, llama la atención que el secretario de Desarrollo Social, José Luis García, pretenda explicarnos lo que es la pobreza. Haciendo gestos de asombro nos dice que la pobreza no es sólo la falta de alimentación (¡oh, descubrimiento!) sino carencias más vastas en educación, vivienda, salud (¡oh, descubrimiento!). El secretario del cacique lanzó dominguera palabra: la pobreza es multidimensional, como si eso paliara el hambre y el frío en los habitantes olvidados de nuestra sierra tarahumara.
Si quieren seguir así, voten por el pri