Un clásico de la política dice que la democracia se advierte más en las pequeñas que en las grandes cosas. En un golpe palaciego, teñido de ilegalidad, y no se diga de malas artes, Eugenio Baeza Fares resultó presidente municipal de Chihuahua, importante porque se trata del segundo municipio del estado y sede de la capital del mismo. Pues bien, hace tiempo este potentado, que ha acrecentado su capital con el aplancamiento político, compitió por la presidencia del Club Campestre de Chihuahua y, como lo conocen, simplemente no pudo ganar. Bien se sabe, en las cosas pequeñas se advierte mejor el sentido de la participación democrática.

Aquí para ilustrar esta cápsula, ponemos al alcalde duartista luciendo su ferrari ante un horizonte cargado de arrebol, aunque en realidad se trata de una foto de estudio.

 

 

Jaime Galván y consorte, felicitan a Baeza Fares

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Jaime Galván (izq), Jaime Herrera (centro) y Javier Garfio (der)

No pocas veces las páginas de Sociales aportan a la luz pública datos para el análisis de la vida política de quienes detentan directa o indirectamente el poder de las decisiones públicas. Ahora que Baeza Fares asumió la Presidencia municipal de Chihuahua, hubo un alud de desplegados congratulándose por el hecho, Uno nos llamó la atención: el de Jaime Galván Guerrero y Patricia Berjes de Galván. Se trata de personas comprometidas con el duartismo y no se diga con el proyecto gubernamental al que aspira Javier Garfio Pacheco. La señora Berjes, además, de linaje banquero y por deliciense, accionista de Unión Progreso. No es cualquier añadidura esto último. Benditas las páginas de Sociales, a las que por cierto no me confío. Prefiero los archivos públicos, de ley.