Es dable pensar que se gasta más en la publicidad de Medi- Chihuahua que lo que se invierte en atención médica y fármacos para quienes logran inscribirse en este programa de mero relumbrón que creó el gobierno actual como un claro mecanismo de engaño.

Por todos rumbos existen grandes espectaculares difundiendo el programa, por la radio y con una frecuencia inusual pareciera que Medi-Chihuahua presta atenciones que se podrían envidiar en los hospitales de los países más desarrollados del mundo. 

Mentir y simular, son dos de las características de Medi- Chihuahua.

No es fácil acceder a las atenciones de este programa y cualquiera puede constatarlo.

Pero no se tiene que ir muy lejos. Los que están adscritos a Pensiones Civiles del Estado o al ICHISAL saben de las dificultades enormes para resolver cosas sencillas, como para pensar que en Medi-Chihuahua curan el cáncer, hacen cirugías a corazón abierto y atienden infinidad de cosas sumamente sofisticadas.

Cualquier pensaría que las dos instituciones mencionadas estarían en los niveles que se presumen con Medi- Chihuahua o más altos porque se trata de derechohabiente directos al servicio del estado.

Medi-Chihuahua es una mentira puesto al servicio del engaño y cuesta mucho, pero sobretodo es la Dinamarca cosmética de la gobernadora