Se anuncia que se creará sobre el Paseo Bolívar de la ciudad de Chihuahua un centro cultural. Sin duda el sector es propicio y no tendrá un costo significativo en el Presupuesto del municipio. Ojalá prospere esa iniciativa en un ambiente de pluralidad y tolerancia.
Empero, con esta noticia llega otra que causa preocupación, porque se da a conocer que el Conservatorio de Música de Chihuahua dejará de estar instalado en la antigua e histórica estación del ferrocarril, que se ubica muy cerca de la Junta de los Ríos y la desembocadura de la avenida Juárez.
Sostengo que ese lugar es una buena casa para el Conservatorio y que así debe permanecer, pese a la voracidad de los actuales concesionarios de las vías férreas del país, en este caso asociadas al nombre de Germán Larrea.
La comunidad cultural no se ha expresado al respecto y debiera hacerlo con ánimo de alentar el conservacionismo de inmuebles, como la antigua estación y su destino hacia las tareas de la cultura y el arte, tan despreciadas en estas tierras.
No conozco con precisión cómo se instaló jurídicamente el Conservatorio ahí; entiendo que Larrea quiere rescatar su propiedad, y frente a esa pretensión es pertinente recordarle al gobierno del estado que tiene facultades de expropiación por causas de interés público. Ojalá y se atrevieran a conducirse de esa manera.