Ahora que Brighite Granados De la Rosa, la gris presidenta estatal de MORENA, le abrió las puertas al exduartista Alex Lebarón para que se integre a un comité de defensa de la Cuatroté, con la que se viste el fraude a la ley para que realice campaña Claudia Sheinbaum, me acordé de aquella película de 1956, Y Dios creó a la mujer, del célebre director Roger Vadim.
Parodiando la historia de la mujer interpretada por la otra Brigitte, la Bardot, ahora encontramos que una oportunista muchacha, beneficiaria del nepotismo, al amparo de sus tutores, Mario Delgado, Juan Carlos Loera De la Rosa y el diputado Gustavo De la Rosa, atrae a los desertores del peor PRI que registra la historia de Chihuahua, el PRI de César Duarte.
Brighite, la de Chihuahua, un día conoció a Lebarón y quedó políticamente prendada de él, y había recibido de avanzada el mensaje de su esposa Brenda Ríos, quien ya era promotora de Sheinbaum, y que actuó como cupido para trabar el compromiso de la nueva adhesión a la querida Cuatroté. Tres interesados y un solo matrimonio: el de Alex Lebarón con el lopezobradorismo.
No está de más señalar que se hace mutis de que la familia Lebarón, sí, familia como las sicilianas, habían denunciado nexos de MORENA con el narco en Chihuahua.
Insisto, así se pudre la partidocracia en Chihuahua.