Columna

Silvano Aureoles se desguaza

Sí creo que Silvano Aureoles conoce lo que es el realismo político. Su historia, particularmente en el PRD, lo debe haber aleccionado, tanto por los fracasos que tuvo, pero sobre todo por el premio que recibió cuando se sacó la lotería con la gobernatura de Michoacán, una plaza emblemática por ser la patria del general Lázaro Cárdenas del Río.

Silvano creyó, poniéndose de espaldas al realismo, que podría ser finalista o candidato presidencial del Frente Amplio por México. No es que no haya entendido que el PRD tiene una fortaleza muy remota de que la tiene el PAN y el PRI, con todo y que estos están en el colapso.

La bofetada de la historia reciente es que quedó descartado para figurar en la subsecuente etapa para la elección de candidato, y como buen ejemplar del peor estilo del PRD, trata de hacer el pleito ratero, acusando aspectos de la selección que según él no están debidamente dictaminado.

Amenazar le ha dado frutos, pero no siempre será así, y su derrota está clara como para que ande gritando que alguna irregularidad o fraude lo perjudicó. No cabe duda que Silvano sigue mostrando que su calidad de sepulturero del PRD sigue vigente.

No ha seguido los pasos de su compinche, la acomodaticia Hortensia Aragón, que se fue con todo y bártulos al PRI, quizá sin carnet, pero para efectos es lo mismo.

Ahora le toca a Silvano clamara entre los bosques, pero no me extrañaría que le dieran un pluri.