Columna

Violencia en Chihuahua: no quisieron, no pudieron y deben irse

En unos cuantos días la espiral de la violencia ha crecido en Chihuahua. Los muertos de Coronado aumentaron de cinco a siete. No hay fuerza gubernamental que contenga esa marea alta de sangre y fuego. En Guachochi ya hay un fuerte desplazamiento de habitantes que ha dejado en la vulnerabilidad a integrantes de las comunidades de las etnias, quienes no puede movilizarse por falta de recursos.

El fracaso es atribuible básicamente a los gobiernos federal y estatal, pero este último, que es el cercano, ha fallado estrepitosamente y vive una realidad alterna en la que se vende glamour, cosmética gubernamental y engaño.

Son muy buenos para decir que se trata de los “cristaleros”, de los Salgueiro, y cuanta ocurrencia les llega a la cabeza. Creen explicar mucho, pero en realidad no explican nada, lo que es el principio de la patológica ineficiencia de María Eugenia Campos Galván.

Sostengo que ha llegado el momento de iniciar un movimiento cívico para deponer a este gobierno e instalar otro que sería de reconstrucción del estado.