La jueza Hortensia García, a decir de El Heraldo de Chihuahua, dictó reclusión preventiva por un año en contra Germán GM, joven de 25 años, en la causa 887/23, responsabilizándolo de daños al Palacio de Gobierno. Se trata de un exceso, aun en la mínima interpretación gramatical de la ley.
Germán, oriundo de la ciudad de Chihuahua, será sometido a una audiencia judicial el día de mañana por la cual puede quedar vinculado a un procedimiento penal que se va a emplear, de manera selectiva, para satisfacer a las voces más conservadoras y empresariales que a partir del 8 de marzo se han rasgado las vestiduras a más no poder. Lo han hecho con argumentos altamente deleznables e hipócritas, como los que sustentan un ramillete de mujeres reconocidas por su militancia en la ultraderecha, cual es Marcela Palos García, acompañada en esto por otras que en sus apellidos presumen linaje y, sin proponérselo, se asocian a familias oligárquicas.
De entrada hay que reconocer que el pasado 8 de Marzo es un hecho de resistencia más que justificada. Algunos pensarán que es un exceso, pero la legalidad caminó por las calles de Chihuahua, desmintiendo que esté en las instituciones, cuyos personeros se alojan en los llamados palacios de gobierno.
La resistencia fue de mujeres libres, que se movieron espontáneamente en derredor de demandas concretas muy sentidas y de toda una cultura que las oprime. Fue una multitud que gritó su respaldo a todas las acciones, de todo tipo, porque hay un liderazgo horizontal que se corresponde con dicha espontaneidad.
Seguir sosteniendo que acudieron radicales, provocadores e infiltrados no se sostiene de ninguna manera, menos ahora que el argumento que se da es que fueron hombres los que hicieron las acciones, sugiriendo, patriarcalmente, que a lo más que llegan las mujeres es al ancestral tutelaje de los varones.
El caso de Germán GM es de naturaleza eminentemente política, y a querer y no, a la postre tendrá que ser puesto en libertad. No se trata de un tema arrancado del Código Penal, sino de un asunto de corte cultural y político.
Esta columna ha recibido llamadas sugiriendo acciones concretas y específicas, entre las cuales se pueden enumerar las siguientes:
La declaratoria concreta, individual y precisa de un número suficiente de mujeres que se responsabilice de todo lo ocurrido en la marcha, de tal manera que el poder y los jueces entiendan que no se trata del que ahora fue privado de su libertad con un tiempo más que excedido.
En el mismo sentido, se inscribe la idea de asistir a todas las audiencias, de tal forma que sean públicas y no la caricatura de publicidad que ahora existe.
Y por último, integrar un equipo de mujeres abogadas, con una visión multidisciplinaria, para tener un observatorio de esta causa; y si es voluntad de Germán GM, apoyarlo en las tareas de defensoría y asistencia jurídicas.
En paquete esto contribuiría, por una parte, a darle sentido al “Fuimos todas” que se escuchó durante la marcha, y por otro lado, a que la causa de las mujeres sea una barrera infranqueable para el poder y evitar que monten un juicio espectáculo, con el que lo único que quieren es quedar bien con las buenas conciencias chihuahuenses.