Columna

Los Diarios, se les pida o no, usan los anteojos de Maru

Para los diarios de Osvaldo Rodríguez Borunda, la libertad de expresión se puede definir a contentillo de cualquiera. Para recordar a Ramón de Campoamor, se apega al cristal con que se vea.

Hoy es indiscutible que los diarios juegan al menos un triple rol: son la voz del maruquismo, se erigen en esa voz de manera oficiosa y, al final, pero sólo al final, expresan realmente el juego que hacen siempre en su propio beneficio, si es económico mejor.

De esta manera cumple funciones utilitarias aunque osado exhiba su divorcio con la prensa que la sociedad requiere para su información y fomentar los valores de la democracia. Va un ejemplo, diminuto a mi juicio, pero didáctico, para la comprensión de lo que afirmo en lo que se escribió el día de hoy en la columna GPS de El Diario de Chihuahua y que tiene que ver con el diferendo entre dos funcionarios públicos: el diputado local Gustavo De la Rosa Hickerson y el magistrado del Poder Judicial del Estado, Luis Villegas Montes.

Vea cómo se refieren a De la Rosa y simultáneamente a Villegas Montes: “El moreno, el famoso ‘Pichú’, utilizó su libertad de expresión y su fuero para ponerle unos moquetes a Villegas… (De la Rosa) Se lanzó moqueando a la Fiscalía para exigir castigo por la libertad de expresión utilizada por Villegas (…) Bueno, seguro en su denuncia no le llamó libertad de expresión sino ataques a sus derechos humanos”.

Si esa columna es el medio de expresarse del periódico, mídase el nivel tan bajo del mismo y el sesgo, partido y facciosidad de su narrativa con la que se ofende a la sociedad. Nada que no se haya visto antes.

Y si acaso el color que ellos emplean para definir la propia verdad y me quisieran revirar con el argumento de Campoamor a que he hecho referencia, confieso que me curo en salud porque si en este mundo traidor nada es verdad ni mentira y todo es según el color del cristal con que se mira, tampoco lo es el color del cristal con que se mira.