El problema de fondo no se toca, ese problema es de corrupción política, tráfico con dinero público y el homicidio doloso y con brutal ferocidad de René Villarreal. Más que justicia lo que está en presencia es una especulación política con base en la cual el gobierno de Maru Campos y su ineficiente fiscal general se deshace de corralistas, al menos esa es la versión del Diario de Chihuahua que actúa como boca de ganso, archioficialista, de la gobernadora.

Los ciudadanos han de saber que lo que no declara directamente el gobierno a través de sus funcionarios, se encarga de hacerlo la red de periódicos propiedad de Osvaldo Rodríguez Borunda, que es el que “limpia, fija y da esplendor” a la verdad oficial. Se trata de un tinglado al que he llamado el coro de los malditos.

En primer lugar debe estar el esclarecimiento del escándalo, el tráfico con fondos públicos en el Congreso y especialmente todo lo que tiene que ver con el cadáver que este gobierno tiene en el clóset y lo quiere ocultar deponiendo cabezas de sus compañeros de partido. Pongo un par de ejemplos: Manuel Soledad y Jorge Issa -panistas redomados- se mueven tranquilamente con si nada pasara, el primero con fama pública de haber participado en hechos de corrupción “enmendados”, pero que no dejan de serlo y el segundo de una pródiga indolencia que le da el ser rico de pueblo. En fin, se trata del “santo hedor de la panadería”.

Así es el PAN, más ahora que se cobija con el PRI viviendo en un condominio que se llama Palacio de Gobierno.

Se ven muy santitas y santitos, pero como luego se afirma: las apariencias suelen engañar.