“Nada con exceso, todo con medida”, dijo ayer Juan Carlos Loera al registrarse como candidato a la gubernatura del estado por tres partidos, dos de los cuales dan vergüenza histórica comprobada: el PT y el PANAL. La realidad nos muestra que los excesos están a la vista y hasta los que padecen ceguera pueden verlos. Va un muestrario: 

  1. Por su fe de carbonero, es beneficiario de un dedazo que no tiene más explicación que cumplirá con todas las indicaciones con las que le instruya Andrés Manuel López Obrador. 
  2. Llega con el auxilio de una encuesta que nadie vio y que seguramente es inexistente. 
  3. Exhibe que en el partido MORENA hay servidumbre, mas no militancia con derechos. 
  4. Habla de una izquierda cuyos contornos están indefinidos.
  5. En MORENA los candidatos principales son de importación y se compran en el mercado libre del PRIAN; ahí están Marco Adán Quezada, Guadalupe Pérez, Cruz Pérez Cuéllar, María Antonieta Pérez y Armando Cabada.
  6. MORENA da asilo a duartistas archiconocidas como Mayra Chávez, que va como diputada local, y Adriana Terrazas, por idéntico cargo, y hasta a porros de la especie de Fermín Ordóñez. 
  7. Tiene el corazón tan grande que admite excesos como postular a Víctor Quintana, pancorralista de sepa y expulsado del partido por traidor. 
  8. Nombrar a Carlos Borruel como coordinador de las candidaturas de las diputaciones federales, siendo un prototípico y conspicuo militante de la ultraderecha. 
  9. De izquierda, lo que se llama izquierda, no se ha dicho ni media palabra. 
  10. Hacer política al más puro estilo del que llaman “antiguo régimen” y del cual MORENA es una prolongación priísta.

Así dicen que van a “hacer historia”, e insisten: “nada con exceso, todo con mesura”. Retóricamente lo pueden decir, al fin y al cabo metros hay muchos, dijo el vendedor de manta.