Maru Campos será candidata del PRD. Es el partido corrompido y adocenado por César Duarte que han representado Hortensia Aragón Castillo, Pável Aguilar y Héctor Barraza; la lista es más larga pero baste por ahora con esos nombres. Es un hecho que obedece a la propia naturaleza de las cosas, casi la inercia que estudia la física. 

Hay un común denominador: las prebendas y compromisos que trabaron con el tirano corrupto y corruptor que está en Miami, sujeto a un proceso de extradición, forman parte de esa nómina que se debe hacer pública, que no debe ser capricho para patrocinar razones e intereses de partido, que no se puede diluir en una pugna menor con un fedatario local. 

El PRD nacional y localmente ya significa muy poco. En manos de Jesús Zambrano y Jesús Ortega tomó el camino de una organización satélite y un negocio para unos cuantos, porque tampoco son generosos a la hora de repartir. Les gusta el monopolio y el de las prerrogativas partidarias lo manejan con entera discrecionalidad, anteponiendo lo suyo antes de todo. 

Dice el refrán: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Le encaja muy bien a la candidata del PAN, empeñada en evadir al brazo de la justicia, de la que huye vestida con los ropajes de la victimización y la impunidad. Parece que ya se le acabaron los juzgados de distrito para interponer demandas de amparo y retrasar un proceso penal que debe abrirse a todos los chihuahuenses para su conocimiento preciso. 

Por eso nada hay de extraño que tras estas coaliciones electorales vayan formando un solo polo los que antier, ayer y hoy, están porque la corrupción política no se desvanezca. 

No es obra de la casualidad que el PRD y el PAN vayan de la mano, como no lo es que González Mocken hoy sea abanderado del PAN por la importante alcaldía de Ciudad Juárez. Ese González Mocken que comía en la mano de César Duarte y se mostrara orgásmico en el regazo del que fuera su jefe durante la tiranía, hoy se viste de azul y hasta aprende dos o tres frases del santo patrono de Acción Nacional, el mismísimo Manuel Gómez Morín, al que tanto incienso le queman, pero que nunca han leído, ni comprendido, ni asumido en toda la renga vida. 

En recuerdo de viejos lemas, en el PRD hoy se escucha: “Oportunista de todos los partidos de México, uníos”.