Rafael Espino De la Peña, paradójicamente precandidato de MORENA a la gubernatura de Chihuahua, realiza una intensa y costosa campaña en posicionar su nombre con vistas a la encuesta partidaria para realizar la nominación. Viendo lo que circula por el ciberespacio, la única conclusión que podemos extraer es que confiesa su nulo arraigo en el estado. 

Durante su primera entrevista destinada a la finalidad que busca, habló de sus buenos recuerdos familiares con el general Práxedes Giner Durán, porque obviamente nada tiene que decir de las luchas agrarias de aquellos tiempos y mucho menos de los mártires de Madera. En esa misma línea nos habla de los ricos jamoncillos de Parral porque nada puede decir de las desapariciones forzadas en la entidad. Pero lo más grotesco acaba de suceder: con una foto personal resaltada, publicita la receta para cocinar chiles jalapeños al molcajete. Y así podemos señalar otras piezas que no tratan ni de PEMEX, ni de Ernesto Zedillo, ni de la real historia familiar, pero que son sustituidas por agradables paisajes de la geografía chihuahuense y otras lindezas. 

Lo importante en esa campaña es que suene, suene y suene su nombre, por si algún día un encuestador pregunta si conoce a Rafael Espino, y que la respuesta sea “sí”, aunque al encuestado sólo le venga a la mente una cocada de La Gota de Miel, o una salsa de esas que venden en el restaurante La Casona de Eloy S. Vallina. Es un viejo truco de las costosas empresas que construyen imágenes artificialmente y que son las mismas que contratan los que en MORENA llaman “la mafia del poder”.

Eso cuesta. Euesta también tener una nómina, celebrar banquetes, andar por aquí y por allá. Que tiene dinero para sortearlo, ni quién lo dude. Subrayar esto, que está a la vista como actos anticipados de campaña, es prestar un servicio a la comunidad bajo el rótulo de que Chihuahua no está en venta para que cualquier millonario pretenda adquirirlo con tan malas artes. 

Esta columna siempre afirma lo que puede probar; integramos voluminoso expediente sobre el personaje recién llegado y, si el caso amerita, lo iremos publicando de acuerdo a la pericia que se debe poner en este tipo de carreras por el poder, que de ninguna manera se puede considerar que estén enmarcadas en una cuarta transformación.