No es que me dedique a perder el tiempo, pero debo confesar que sí leo los editoriales de Gustavo Madero Muñoz, publicados en El Heraldo de Chihuahua que con el dolor de mi alma y golpeando mi bolsillo aún compro, no para la mayor gloria de la viuda Paquita Vázquez Raña. En fin, al grano.

En una reciente entrega Don Gustavo se queja del capitalismo de compadres y clama por un liderazgo empresarial diferente. Bien, pero no hay autocrítica porque él que pertenece a ese “crony capitalism” y con la característica de un buen linaje que llega hasta el viejo patriarca Luis Terrazas, al que siempre se le llama anteponiendo el “don”. Madero clama por la ausencia y se queja de los malos liderazgos, en particular los empresariales. Hace la vista gorda que los liderazgos empresariales siempre buscan la mayor ventaja para ellos y sus agremiados. Ellos siempre han tenido buenos charros, por auténticos y comprometidos y lo digo porque los charros sindicales esos sí son traidores, sujetos incluso al liderazgo empresarial al que muchas veces han servido.

Aquí en Chihuahua y por compadrazgo, Madero quiso llegar a gobernador cobijado por Corral y en tiempos más lejanos el PAN tuvo en Jorge Doroteo Zapata García (qué desperdicio de apellido) al líder charro azul.

En otras palabras, se necesita congruencia señor y senador Madero Muñoz.