En un reciente artículo publicado por el exconsejero presidente del Instituto Estatal Electoral, Fernando Herrera, en un periódico de cuyo nombre no quiero acordarme, hace referencia a mi apelativo pero de un modo perfectamente equivocado.

Herrera, quien ahora se dedica a dar consejos tales como el buen vestir para los caballeros de fina estampa, retomó e interpretó el discurso de Javier Corral al asumir el cargo de gobernador, hace poco más de cinco meses, para replicar textualmente esta parte de su dicho al momento de agradecer a quienes le apoyaron en su trayecto rumbo al poder:

“Emocionado y conmovido se dirigió a García Chávez y otros: ‘…y este es el momento de agradecer también a las organizaciones civiles que me brindaron su confianza, a través de la Alianza Ciudadana por Chihuahua. Los hombres y mujeres que no son de mi partido y tuvieron el valor de trascender a cualquier prurito ideológico y apoyaron el cambio desde un frente ciudadano, plural’”.

Herrera se equivoca cuando dice que Corral, “emocionado y conmovido” se dirigió a mi persona para agradecer la colaboración de “Alianza Ciudadana”. Y es aquí donde Herrera, supuestamente atento a la realidad chihuahuense y a pesar de nuestras constantes actuaciones, comunicados, despliegues públicos y una incesante batalla legal contra su exjefe, César Duarte Jáquez, hemos dado desde Unión Ciudadana. Repito: Unión Ciudadana.

El exalfil de Duarte en el IEE confunde términos y, por ende, trayectorias, propósitos e intenciones. Si bien es cierto Javier Corral se adhirió a Unión Ciudadana dos meses después de la denuncia penal que el que esto escribe interpuso el 23 de septiembre de 2014 contra Duarte y sus cómplices Jaime Herrera y Carlos Hermosillo, a la hora de las tareas electorales, en 2016, nuestra organización se deslindó.

Durante su campaña, Corral creó Alianza Ciudadana, incluso con algunos miembros, en lo personal, de Unión Ciudadana, así como con otros pertenecientes a organizaciones civiles y miembros y exlíderes de partidos y personas sin filias por estos, lo cuales hoy forman parte del gabinete del panista. Si mira bien Herrera, Alianza Ciudadana se transformó en parte del equipo de gobierno del nuevo amanecer.

A su vez, Corral renunció públicamente, ya como gobernador electo, a Unión Ciudadana, porque, como hemos dicho, a UC se entra y sale libremente. Unión Ciudadana no es ni ha sido un brazo de gobierno alguno y eso, entre otras cosas, lo hace diferente, muy diferente, de una Alianza Ciudadana que se diluyó al momento en que sus integrantes pasaron del lado del gabinete.

Sólo me restaría invitar a Fernando Herrera a documentarse sobre la historia de Unión Ciudadana. El cuaderno Ciudadanos y rebeldes, elaborado y publicado como edición especial el año pasado, contiene información casi cronológica al respecto, así como enlaces a documentos digitalizados que revelan la esencia de lo que somos y lo que deseamos para Chihuahua y el país.