La semana que entra se conmemorará el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y que da motivo a jornadas de lucha en el mundo, en el país y aquí en Chihuahua.
Con sobradas razones las manifestaciones expresan el coraje por la situación que tiene la mujer en nuestra sociedad y se desbordan las energías en reclamos encendidos, justificados por lo demás. Como se sabe Chihuahua es un estado en el que el feminicidio se ha hecho presente y se ha combatido con fuerza, a la par que otros flagelos como el hostigamiento, la discriminación, la inequidad y particularmente la violencia que va de grave a muy grave hasta alarmante.
La presidencia municipal de Chihuahua, por boca del alcalde Marco Bonilla pretende acotar con la policía la manifestación pública de ese día. Como se sabe el alcalde profesa una visión contraria al feminismo y en general a las expresiones de lucha de las mujeres, por lo que es previsible que la presencia policíaca desborde en represión o en limitación de las libertades públicas, lo cual es inadmisible.
Esta columna pretende lanzar una alerta simplemente.