Hace unos cuantos días Carolina Viggiano, cuñada de Humberto Moreira, esposa de Rubén Moreira y actualmente secretaria general del CEN del PRI dio una entrevista para comentar las elecciones recientes de Coahuila e Hidalgo. De entrada digo que no me gustan los argumentos dirigidos a la persona, porque lógicamente los eficaces obedecen a otro tipo de razonamientos más certeros. Pero en este caso es muy difícil omitir sus parentescos por la historia que asocia a la Viggiano en lo que paso a comentar. 

Vino con la canción de que el PRI ya se depuró, que en él ya quedó lo mejor del viejo partido… y bueno para qué hacer un historial largo y con nombres si eso se auto destruye de inmediato en la boca de la novel política. Pero donde sí se excedió, por decirlo con moderación, fue cuando expresó que “genéticamente el PRI está hecho para construir país”. Claro que esto nada tiene que ver con aquella ciencia del doctor nazi –me refiero a Mengele– que supuestamente trató de reproducir a Adolfo Hitler de manera exponencial, porque aquí y con relación al PRI eso no es necesario: se reproducen de manera geométrica en personas como Peña Nieto, Videgaray, los Duarte y, para no ir tan lejos, la familia real de Coahuila de la que la secretaria general del PRI es una especie de princesa.

Dice que van a recuperar gubernaturas y que, por lo que se refiere a la de Chihuahua, da por sentado que el año entrante será del PRI. De lengua nos podemos comer no uno, sino varios platos. Aquí se sabe que esa tarea ni un Hércules político la puede lograr. ¿Acaso cree la señora de Moreira que con “El Teto” Murguía, con Alejandro Cano o con Omar Bazán, el bandolero pillo roba campesinos de la Tarahumara, puede tener credibilidad su partido? 

Y donde sí de plano desbarró es en las lisonjas al pueblo chihuahuense, que para ella es “resistente, batallador, luchador y demás”. Olvidó decir la amnésica secretaria que buena parte de todo eso –genética aparte, que nada tiene que ver– fue contra el PRI y a pesar de su PRI. 

En realidad lo que hoy se puede afirmar en relación a todo esto es sencillo: a otro perro con ese hueso.