El PRD y una reforma laboral para la transición

Marzo de 1999
Coautoría con Luisa Mussot
Secretaría de Estudios y Programa del CEN del PRD
México, D. F. 42 pp.

La secretaría de Estudios y Programa tiene entre sus responsabilidades elaborar propuestas programáticas sobre temas específicos que amplían y enriquecen el programa del PRD.

Con este propósito publicamos esta propuesta que es el resumen de discusiones y reuniones en los cuales han participado profesionistas, sindicalistas, trabajadores y académicos. La redacción corrió a cargo de Jaime García Chávez y Luisa Mossot.

En un partido como el PRD -formado con entidades de las más variadas historias- que busca el poder estatal como medio para transitar a la democracia, no es raro encontrar en la práctica enfoques diversos y aún contradictorios. Se afirma que es una fecunda pluralidad. Pero esta circunstancia arroja una debilidad recurrente en el discurso y en la práctica partidaria que se presentan a la sociedad: por la prioridad otorgada a los temas electorales dirigidos al gran público y sobre todo, a los poderosos, exhiben el lastre de la paralización de las estrategias nacionales, a las que se considera como irrealizables en un mundo global dominado por el mercado. Pese a esta dispersión, se postula frecuentemente una crítica al sindicalismo corporativizado que se condena y quiere desactivar, pero sin ofrecer una solución alternativa a los trabajadores; a contrapelo, también se elogia a los nuevos movimientos de la sociedad civil como la mejor arma para desplegarse en todas las direcciones y, en especial, hacia la democracia.

Sea cual sea el destino de esto, la realidad es que estamos obligados a contribuir en la generación de estrategias alternativas de organización, representación y concertación del trabajo, frente a un sistema corporativo de dominación que ha sido la piedra angular del sistema presidencialista y de partido de Estado en México. Y ante la necesidad de una revalorización del trabajo dentro del proyecto de desarrollo nacional realizable sólo potenciando sus capacidades, autonomía de decisión y de negociación.

No es cierto que estemos ante el colapso del trabajo; éste sigue constituyendo el centro de la organización social en general y, en todo caso, lo que precisa es imaginación y voluntad para reposicionarse activamente en el pacto social dándole direccionalidad y cuerpo a su solidaridad. Esta estrategia se aboca a lograr .con el apoyo de la legalidad, la política y la cultura-, la autonomía del trabajo frente al capital y al Estado lo que sólo logrará el Partido con los propios trabajadores a través de un debate nacional, con propuestas progresistas congruentes con nuestros principios y programa, lo que nos dará posibilidad de construir una interlocución eficaz con una sociedad autónoma.

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