Antier y ayer asisití a los debates organizados sobre el plebiscito que se celebrará el domingo 24 de noviembre y en el que, de una u otra manera, se tocó el tema de la corrupción política. Nada más natural. 

De entre el público y en corto, no pocos me preguntaron qué pasaba con Duarte Jáquez y su cómplice Jaime Ramón Herrera Corral. La respuesta fue sencilla: Unión Ciudadana no los olvida, tampoco descansa en la búsqueda de justicia. Como en el béisbol, esto no se acaba, hasta que se acaba, y parece que hay algunos huecos en varias cárceles que esperan para ser cubiertos con huéspedes que seguramente no serán bien recibidos por los reclusos ante la calidad despreciable de la pasta que los conforma. No digo centros de readaptación social porque esa finalidad no va con ellos. Árbol que crece torcido, jamás su tronco endereza, aunque algunos dicen que sirven para columpio.

No los hemos olvidado.