¿Dónde poner la atención? Si en el caso Peniche y su residencia de veinte millones, la noticia es mala; si en la liberación de Ricardo Yáñez Herrera y su compromiso de pagar 246 millones de su latrocinio al paso por el gobierno de Duarte, la noticia se torna catastrófica para todos; y en particular, ambas, desastrosas para el gobierno fracasado de Javier Corral. 

Tener una casa como la de Peniche, más allá del dinero que cuesta, nos habla de un estado de ánimo del qué están pensando los altos funcionarios de esta administración. Quizá en muchas cosas, en las cuotas que reciben, los privilegios oficiales, banalidades como asistir al baile anual de disfraces y otras lindezas, menos en austeridad republicana y mucho menos en encarar cual debe ser el gravísimo problema de la seguridad en Chihuahua, que con estos personajes jamás se va a lograr. 

El legendario filósofo Diógenes, lámpara en mano, vivía en un túnel y un día salió en búsqueda de hombres. Corral ofreció un gobierno ciudadano, pero no fue a buscarlo a donde debía, simplemente le preguntó a Guadalupe de La Vega y a otros dueños de la fronteriza Juárez a quién le proponían el cargo de Fiscal. Así llegó Peniche, que ahora, para poder pagar favores, necesita de su propio palacete para mínimamente estar entre sus pares, que son tan pobres que sólo dinero tienen.

Peniche dirá que tiene un crédito hipotecario, lo que se aprecia es su incapacidad y ahora los lujos que delatan cómo perciben la función pública bajo la lente del lucro. 

Girando al otro tema, el niño chiple del gordillismo, Ricardo Yáñez Herrera –por cierto con parentescos influyentes en la administración de Corral–, obtuvo su libertad al módico precio de 246 millones en abonos. El espíritu de Elektra llegó a la justicia de Chihuahua, creo que sin los feroces abogados que se encargan de sus cobranzas. Volveré sobre el tema. 

En la vida cotidiana a algunos les da tristeza que una y otra cosa acontezcan. Cada quien sus penas, pero de Corral se pueden esperar estas y muchas cosas más. 

Pena real la causó ayer el deceso de Celso Piña, otra historia simplemente.