Cuando Andrés Manuel López Obrador llevó de la mano a Napoleón Gómez Urrutia al Senado, publiqué que en su larga historia de servidor del PRI y del charrismo sindical está un aspecto que ni siquiera fue objeto de debate: la usurpación que hizo del cargo de dirigente de un sindicato que le heredó su padre. Ese hecho violentó como pocos no sólo la libertad sindical de la que tanto se habla, sino la autonomía de los trabajadores mineros y metalúrgicos a darse una dirección para gestionar todos sus intereses. En aquel entonces la polémica se centró en otros aspectos, no en este que era suficiente para no lanzar al gran saco de la impunidad a un gángster muy conocido en el medio sindical.
Pero lo que se presentó como síntoma parece que ahora ha sido diagnosticado como una enfermedad crónica, degenerativa e incurable, como la que se expresa en el posible regreso de Elba Ester Gordillo al cacicazgo en el poderoso sindicato de trabajadores de la educación, a saber el pilar del corporativismo mexicano y soporte del PRI por varias décadas.
Simultáneamente, las declaraciones en materia de sindicalismo se enmarcan en otra dirección; al menos en la retórica así parece que se tiñe el futuro. Una gran incógnita está abierta en todo esto y las semanas y los meses que vienen van a despejarla, pero sin la intervención directa de los trabajadores nada habrá.
Por lo pronto, sostengo que a este país le hace falta un sacudimiento telúrico que le de voz y fuerza a los trabajadores, sin la mañosa mediación de las corporaciones que dependen del Estado, con una plataforma de libertad y autonomía que los convierta en ciudadanos libres y no ciervos encarcelados en las centrales que hasta ahora los han sojuzgado y postrado.
Empero, Elba Ester empieza a aparecer en el escenario, quizá busca en el público a los muchos profesores que la apoyaron miserablemente y que ahora, con aparente cambio de ropajes, son cuadros de MORENA.
A raíz de su comentario, le puedo decir, sin un dejo de duda y de acuerdo a los panoramas que presenta López Obrador, que se llena de calamidades que más temprano que tarde le explotaran a México en su cara. Hoy que se cumplirá el rito del cambio de poderes en donde importan las comisiones extranjeras y los afanes transnacionales y neo liberales que los intereses y demandas añejas del pueblo, que paradójicamente se concentran en un solo recinto muy oficial, que arropa a los que llegan y a los que se van, estando de por medio un trapo, en donde el orden de los colores no lo altera la vida nacional. Este teatro solemne se puede venir literalmente abajo y en México no pasa nada.
“El 32 por ciento de los votos que logró López Obrador provenían de los votantes del PAN, PRI y PRD, y por ello la migración de votantes de otros partidos fue una condición necesaria para su triunfo, que sólo con el apoyo de los seguidores de la coalición Morena-Partido del Trabajo-Encuentro Social hubiera sido imposible”, explicó Elías Aguilar, director de Indicadores SC. Raymundo Riva Palacio. El Financiero. ¿Esos son los colores que debe tener la banda presidencial de López Obrador?
SI MUCHO DE ESTO, DA EL DESENCANTO, SENCILLO «EL RATERO ES RATERO Y PASA A FORMAR PARTE DE UN GRUPO PLENAMENTE IDENTIFICABLE».. POR ELLO HAY QUE TOMAR PRECAUCIONES Y COMUNICAR AL CIUDADANO COMÚN Y CON FUERZA A TOMAR DESICIONES NI SE DIGA PUES SOMETERSE A FIGURAS TAN TÓXICAS DE LA VIDA PUBLICA ES FATAL Y DE PRIORIDAD ESTAR ALERTAS, UNA DEMOCRACIA A MEDIAS ES INFUNCIONAL Y TARDE O TEMPRANO TRAERÁ CONSECUENCIAS A LAS MISMAS ORGANIZACIONES QUE TIENEN YUGOS ANTIDEMOCRATICOS Y DE GORILISMOS PODRIDOS. SERÁ MÁS COSTOSO SUBSANAR Y ESTE SERÁ EL. ! CUENTO A NUNCA TERMINAR!!…
Como lo que le pasó a los extrabajadores de aceros de Chihuahua, en la ultranza…pobres
Y el pueblo?……bien gracias¡ viendo futbol o en el mejor de los casos armando protestas que no pasan de ventilar la frustracion. Si AMLO en verdad quisiera corregir el rumbo del pais tendria como su prioridad la educacion. La Gordillo es simplemente su antitesis.