La insidia duartista corroe redundante los laberintos corruptos del poder en esferas ya de todos conocidas. Como la división de poderes en Chihuahua es algo menos que una ficción, los organismos satelitales del Palacio de Gobierno dan tumbos, se acomodan, se desorientan, ventajosamente todo en medio de una transición que no más no da color. El león malherido trastabillea y sigue dando zarpazos, accidentalmente certeros, ante la ausencia de los domadores.

La UACH, el Poder Judicial, las instituciones “independientes” del Ejecutivo y lo que queda de los otrora bastiones del duartismo en partidos y municipios siguen actuando como si el monstruo estuviera redivivo después del 5 de junio. Y aún cuando la mayoría ha abandonado el barco, hay unos –y unas– que se aferran porque tal vez sobrevivan a la catástrofe.

Por mayoría, el Consejo de la UACH, por ejemplo, se rehusó ayer a nombrar a uno de los tres aspirantes a ocupar el cargo de director en la Facultad de Contaduría y Administración (FCA). Se pudo observar, gracias a la magia de las redes sociales, el rostro furibundo de la duartista Liliana Álvarez porque, con 35 votos mayoritarios, le echaron abajo su idea de imponer a Armando González, acusado de violar normatividades internas. Pablo Zaldívar, el otro candidato autoritario del poder acusado de corrupción, tendrá que esperar a que la terna de tres vuelva a conformarse con el sustituto de González, para completar la comedia que se escenifica en la llamada máxima casa de estudios.

Armando González, el desechado; Raúl Sánchez Acosta y Pablo Zaldívar Esquivel por la FCA.
Armando González, el desechado; Raúl Sánchez y Pablo Zaldívar.

Enrique Medina, en el Ichitaip, se fue como llegó, sin pena ni gloria, sigiloso, a un puesto que seguramente le dejará mayores dividendos políticos… y económicos. Poco se habla de la CEDH, pero el Poder Judicial y las maniobras de los trece magistrados espurios –hasta parece título de película– para imponer jueces en varios distritos y amarrar su propia continuidad, están a punto de tener su efecto en los destinos del principal órgano encargado de impartir justicia en el estado de Chihuahua.

En fin, los ratones se pasean mientras el felino, malherido, lanza sus últimos bramidos.