grito2-17sep2014

El cacicazgo, y desde luego el periodismo a su servicio, se pelearon la noche del Grito para dar cifras de asistentes. Hubo quienes dijeron que fueron 100 mil y empezó la guerra de las cifras, para concluir en 110 mil que los aduladores no pudieron estirar más. También disputaron por asignar el mérito de la concurrencia, siempre atendiendo a la relación política que se cultiva. Con sobriedad esta columna proporciona datos para que usted saque sus propias conclusiones. Recurriremos a una metodología comparativa y elemental:

La plaza de la Constitución de la Ciudad de México, mejor conocida como Zócalo y con reputación de ser la más grande del país, alcanza la extensión de 46 mil 020 metros cuadrados (poco más de 4 hectáreas y media), incluyendo esta cifra propiamente la plancha y las cuatro calles aledañas para formar un rectángulo que en uno de sus lados arrancaría de las paredes del Palacio Nacional para rematar en los portales, y la otra de los portales del Palacio de la Jefatura del Gobierno del DF a los barandales de la Catedral Metropolitana. Así tendríamos que la primera longitud sería de 236 metros y la segunda 195, que multiplicados nos da la cifra de 46 mil 020 metros cuadrados. Si estos 46 mil metros los multiplicamos por 4 personas de densidad por metro cuadrado (cifra exagerada), nos da 184 080 asistentes; si por 3, 138 mil 060; si por 2, 92 mil 040. En ese espacio y con una saturación más allá de lo real posible se estaría en presencia de una multitud de 184 mil 080 personas.

Aquí en Chihuahua, con una estimación topográfica, si hacemos igual cálculo arrancando de la pared del palacio de gobierno a donde termina la Plaza Mayor (desde la avenida Carranza hasta la calle 13a), tendríamos una longitud de 85 metros; si partimos de la pared del edificio Héroes de la Reforma para terminar en la Plaza de la Grandeza (desde la calle Aldama hasta la avenida Juárez), la estimación es de 160 metros lineales. Multiplicadas estas extensiones, nos da un rectángulo de 13 mil 600 metros cuadrados.

Si esta superficie la multiplicamos por cuatro, nos daría 54 mil 400 personas; si por 3, 40 mil 800; si por 2, 27 mil 200 espectadores. Considérese que la aglomeración salió a paño de la calle Aldama por la acera del palacio de gobierno, corrió librando la estatua del Ángel, haciendo una curva por la Plaza de la Grandeza, para rematar en la esquina de la plaza de las fuentes danzarinas, y desplazarse a donde termina el palacio de gobierno por la avenida Venustiano Carranza. De todas maneras, estimando generosa y desmesuradamente que el rectángulo mayor estuviera saturado de 4 personas por metro cuadrado, nunca se encontrará ni la óptima estimación de 110 mil ni la mínima de 100 mil.

La mentira duartista es más que obvia y no puede ser de otra manera, pues se trata de un cacicazgo a la defensiva.