A través del periódico oficial del corralismo, es decir El Heraldo de Chihuahua, confirmo lo que todo mundo ya sabe: los diputados de MORENA, PT y del Partido Verde en el Congreso local son los más faltistas, los que más se ausentan de su costosa obligación de asistir a las sesiones. 

Las cabezas de esta bochornosa historia son: Alejandro Gloria, Leticia Ochoa, Rubén Aguilar Jiménez y Gustavo Alfaro Ontiveros. Pero de Gustavo De la Rosa Hickerson, conocido por el remoquete de “Pichú”, se esperaba otra cosa, por aquello de practicar la filosofía del no mentir. Él también está en el negro campeonato. 

El bajo nivel de los congresos mexicanos es proverbial, según diversos estudios. A tal grado de que independientemente de lo que hagan o dejen de hacer, basta catalogar como buen diputado a aquel que nunca falta, aunque su labor valga menos que un comino. 

En el caso de Gustavo De la Rosa, la impuntualidad y ausentismo deja muchísimo que desear, porque públicamente asumió una ética para la función pública que no practica; y si esto es así, siendo oposición a un gobierno panista, qué será de don Gustavo si su sobrino se hace gobernador. 

Porque a pesar de no rendir buenas cuentas, en particular asistiendo a las sesiones, imagínese si se reelige y aun con derecho a picaporte con el Ejecutivo.