El escenario mediático para el show jurídico sobre el escándalo de corrupción de María Eugenia Campos ya está preparado. Ni a Lope de Vega se le hubiera ocurrido tan retorcida versión de su propia Fuenteovejuna.

La realidad es otra porque aquí el pueblo engañado es la verdadera víctima. Ahora tenemos que con el sospechoso contubernio de funcionarios públicos, la Fiscalía corralista, un notario y varios pillos que se hacen pasar por notables, se prepara mediáticamente la audiencia de Maru Campos para que, mediante un show jurídico, se decrete en su favor el sobreseimiento de la causa penal en su contra.

Un abogado inmerso en las lides del Tribunal Superior de Justicia ha solicitado el anonimato pero no se aguantó las ganas de exponer, a través de la colaboración de esta columna, plantear una serie hipótesis sobre el futuro cercano de tan bochornosos acontecimientos.

Se dice que en política no hay casualidades sino causalidades. Y el abogado en mención parte de las siguientes premisas: 

1. No es casualidad que la conversación telefónica que tuvo Jaime Herrera Corral con el “enemigo” en contra de quien va a declarar, César Jáuregui, y el posterior video de aquel, “revelando” a público abierto lo que únicamente ante el ministerio público o un juez puede afirmar como testigo colaborador, son hechos que de inicio, y derivado de  las reglas que regulan esta figura, inhabilita su testimonio como tal para el proceso penal. 

2. No es casualidad que la Fiscalía que dirige César Augusto Peniche, mediante comunicado oficial del 4 de febrero del año en curso y con una infantil versión manejada mediáticamente, autodescalifique sus pruebas documentales y grafoscópicas  señalando que los 32 recibos de dinero que le firmó Maru al duartismo le llegaron en copia certificada de manera anónima por parte del periódico El Heraldo de Chihuahua, cuyo exdirector, Javier Contreras Orozco, también es testigo colaborador y beneficiario de la corrupción del sexenio pasado y hubo de devolver 10 millones de pesos obtenidos de la nómina secreta creada por Duarte y administrada por Jaime Herrera. 

3. No es casualidad que el notario público Luis Raúl Flores Sáenz, el que negó haber certificado los recibos firmados por Maru Campos, quien es cuñado de Mario Trevizo y fuera secretario general de Duarte e implicado en la nómina secreta, haya salido “espontáneamente” ante los medios de comunicación a desmentir la certificación de tales recibos, que dice, nunca ha visto y niega haber firmado.

4. No es casualidad que la primera audiencia de Maru haya sido presidida por la jueza Delia Valentina, del grupo uno de jueces de control, y la posterior fuera dirigida por el juez Samuel Mendoza, del grupo cuatro; enroque que resulta inusual, por decir lo menos, porque se cambió no únicamente de juez sino de grupo de juzgadores.

5. No es casualidad que, también de forma inusual, pero además inconstitucional, se haya diferido la audiencia inicial por largos periodos, ya con la carpeta de investigación entregada a la defensa de la alcaldesa de Chihuahua con licencia.

Me queda claro que estos acontecimientos no son casualidad y que se prepara todo un montaje que se aprovechará mediáticamente por un show jurídico que tiene la intención de optar electoralmente por uno de los cuatro supuestos que se pueden presentar:

a) Prescripción de la acción penal. Aún cuando se “brincaran” la parte final del artículo 105 en relación con el 269 fracción II del Código Penal sobre la imprescriptibilidad de la acción penal, saben que electoralmente no es suficiente para “limpiar” la imagen de Maru Campos, ya que dejaría una profunda duda social sobre su culpabilidad al no resolverse el fondo.

b) No vinculación. En tal caso, la investigación continuaría y saben que electoralmente tampoco les es suficiente para “limpiar”  la imagen de Maru Campos que deja, también, una profunda duda social sobre su culpabilidad al no resolverse el fondo.

c) Vinculación a proceso. Esta opción, ni dudarlo, no la quieren para nada y van con todo para evitarlo. 

d) Sobreseimiento. No me cabe duda que el montaje mediático que vienen trabajando con el PRIAN, e incluso los mismos pillos involucrados en la nómina secreta, está preparado para que el espectáculo jurídico termine con una resolución en la que el juez diga:

“En tal sentido, atendiendo a la sana lógica, las máximas de la experiencia y no existiendo duda razonable en contrario, con fundamento en los artículos 319 y 327 fracciones I y III del Código Penal, se decreta el sobreseimiento de la causa penal con efectos de sentencia absolutoria en favor de María Eugenia  Campos Galvan”, (aplausos).

Lo más grave es que una resolución de ese calibre será un precedente para que todas las demás carpetas de investigación relacionadas con la llamada «nómina secreta» se caigan. De ahí la razón de que todos los involucrados en ese escándalo de corrupción estén prestando su ayuda y anden interesados en provocar el pretendido sobreseimiento. 

Estas son las conclusiones que preludia el abogado en mención. 

Si ustedes no lo creen, sería mejor dejar que el tiempo haga su trabajo, con lamentables resultados para la famélica democracia chihuahuense, el fortalecimiento de la impunidad y la confirmación de que en el corralismo la corrupción campea hoy como antes y que el fantasma del duartismo goza de cabal salud en los gobiernos panistas de Chihuahua. Ni más, ni menos.