Cuando llegó Emilio García Ruiz al encargo de la seguridad pública en Chihuahua, elevado a secretario de estado, luego de la negra historia de Óscar Aparicio, quiso vendernos la idea de que con su arribo llegaba la inteligencia para combatir al crimen. Es probable que en su diccionario de sinónimos “inteligencia” significa bagatela o baratija. Los problemas no tan sólo no se han resuelto, sino que se han acrecentado, lo cual es conocimiento del dominio público. 

Pero, para la llamada “clase política corralista” todo parece ir bien. Ellos se están blindado, literalmente. A poco menos de un año de que este gobierno concluya su periodo constitucional, si no se derrumba antes, están comprando de las mejores camionetas (Suburban) blindadas, para los amigos del cacique gubernamental. Poco importa la crisis financiera, la pandemia, los bonos Covid para los trabajadores de la salud; primero está la podrida burocracia que se atrincheró en las instituciones del estado. 

Pero si a inteligencia vamos, cabe hacer unas preguntas: ¿de qué se protegen funcionarios nepóticos como Jesús Mesta Fitzmaurice, que ocupa el inútil e impertinente cargo de coordinador de un gabinete inexistente? ¿A qué tiene miedo?, ¿piensa que alguien lo va a acribillar, o qué? Desde luego deseo para él que la vida sea leve en cuanto a estos percances. 

Pero bien miradas las cosas, ¿pensará el nuevo usufructuario de una Suburban aparentemente inexpugnable, que alguien le quiera hacer nada si nada significa para la vida pública? Quizá tenga problemas personales, quién lo sabe, pero por su desempeño, sinceramente no pienso que alguien se ocupe de él como para protegerlo cual si fuera un magnate de la economía o la política. 

Por lo pronto, Emilio García Ruiz ha presumido una inteligencia que no se ve por ninguna parte y lo exhibe una fotografía donde, capota abierta de la camioneta, se asoman a ver el motor, acción que para los mecánicos es fuente de muchos chascarrillos, como aquel que se cuenta del círculo que frente a los motores, forman un sinnúmero de ineptos que no saben nada de esa materia. 

En fin, esa es la “inteligencia” que renta Javier Corral. Pero de las camionetas hay que decir que se anuncia que es la primera de una serie que están en espera de adquirir contra un presupuesto deficitario y que debiera tener prioridades.