La alcaldesa María Eugenia Campos no perdió la oportunidad de cuestionar a López Obrador, aprovechando el segundo aniversario de su triunfo electoral por la Presidencia de la república en 2018. Está en su derecho. Sin embargo, su conducta y su talante denotan que quiere llegar al gobierno de Chihuahua el próximo año en un afán de revancha, como corresponde a un activo de la ultraderecha. 

Su retrato ayer nos la pintó en la figura que adoptó en el Congreso de la Unión durante la protesta del usurpador Felipe Calderón. Y como dice el refrán, “por la víspera se sacan los días” y quiere que Chihuahua continúe en un ambiente de odio y rijosidad. Si ese es su proyecto, sería mejor que se hiciera de una vez por todas activista del Yunque fascistoide, al menos sería más congruente, o del FRENA.