Dos megalómanos no caben en la misma casa. Esto explica, sustancialmente, la renuncia de Héctor Barraza Chávez a la Secretaría del ayuntamiento de Cuauhtémoc, donde Carlos Tena juega literalmente el papel principal. Varias moralejas deja esta renuncia. La primera: más vale que digan “aquí corripió” que “aquí quedipió”, dado que las balas se han apoderado de la escena pública; la segunda: ver cómo el gran municipio lo sustituye por otro de la misma especie, y particularmente la capacidad de Héctor Barraza para colgarse de cualesquier liana para mantenerse fuera del error en el presupuesto.

Depredador del PRD, consentido de Duarte al que sirvió a ciencia y paciencia, beneficiario en metálico del exgobernador, ahora navega con destino a Puebla, según dicen, y se acomoda para seguir brincando, ahora como morenista furibundo. Y es que MORENA tiene el corazón muy grande, aparte de purificar a los mismos poseídos del demonio.