Hay que organizar la oposición a las pretensiones de aumentar el impuesto predial en Chihuahua. Antes tendrían que justificar su capacidad para recaudar el gravamen, por una parte; a esto se suma que demuestren que no hay privilegiados, ni personales ni institucionales, mucho menos aquellos que por sus pistolas simple y llanamente utilizan el suelo y no contribuyen absolutamente nada a las arcas públicas.

Pero no sólo eso, también habrá que ver el destino del tributo, que se debe justificar centavo a centavo, más ante una posible circunstancia crítica de la economía que siempre golpea a los que menos tienen.

Los diputados que plantearon por anticipado que es válido un aumento congruente con la inflación, enseñaron el cobre muy pronto y hay que mantenerlos bajo observación ciudadana.

Finalmente, la señorita Campos Galván, que como sabemos reculó en esto porque el miedo no anda en burro, ahora nos viene con el cuento de que la “trolearon” a través de las redes. ¿Pues no que era muy sensible al clamor ciudadano?

Que por lo demás, en materia de “troles” se pinta sola. Y vaya que se pinta.