Pablo Gómez Álvarez renunció al Partido de la Revolución Democrática. Aquí se reproduce íntegra la carta que dirige a los afiliados y simpatizantes. Más allá de filias y fobias, se trata de un hecho relevante por la historia, también relevante, de este personaje de la izquierda mexicana.

Marxista y comunista desde su juventud, líder en el movimiento estudiantil de 1968 y preso político por esa participación, figura de primera línea en cuatro partidos de la izquierda mexicana que en su devenir confluyeron en el partido que abandona: el PCM, el PSUM, el PMS y, desde luego, el que un día alentara una rebelión ciudadana como respuesta al fraude electoral de 1988, mediante el cual se entronizó el salinismo y se despojó de su legítimo triunfo por la Presidencia de la república al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

Intelectualmente brillante, con ejercicio periodístico sistemático, obra publicada, tribuno notable, parlamentario con vasta experiencia y en algunos casos un verdadero dolor de muelas de los partidos del régimen. Representa a una figura de transición entre el movimiento comunista anterior a los años 60 y el giro hacia la recepción del pensamiento y compromiso democráticos incomprendido y soslayado por un movimiento comunista internacional que cometió singulares yerros. Antes Valentín Campa, Arnoldo Martínez Verdugo y Gilberto Rincón Gallardo –en la transición Gómez Álvarez– y después la recepción de figuras de la talla de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador, con los que participó codo con codo y también con los que debatió en asuntos importantes.

Pablo Gómez pudo ser una figura con gran dimensión nacional, pero se redujo centralmente a la capital del país. En la última fase del PRD, su presencia se fue desvaneciendo, incluso se sujetó a crítica de fondo por su colaboración en el Pacto por México en los primeros años del peñanietismo.

Hoy dice adiós al partido del cual fue fundador y presidente. Afirma que lo importante en la coyuntura es un gran frente electoral de izquierda que ineluctablemente lo catapulta a apoyar a López Obrador. Se trata de una apuesta que en la vida de un socialista se presta para hacer una radiografía de la izquierda mexicana; quizá este no sea el mejor tiempo para realizarla, ahora que hasta el ultraderechista Partido Encuentro Social se alinea en la misma trinchera.

Sea como sea, va desde esta columna un saludo y abrazo a Pablo Gómez Álvarez.

Dé click en el siguiente link para leer la carta

https://www.hoyestado.com/2017/12/renuncia-pablo-gomez-al-prd-abrazan-a-un-candidato-enemigo-acusa/