Se mueve el amparo 667/2017 que se tramita ante el Juzgado Sexto de Distrito en Materia Penal de la Ciudad de México, en el que se exige justicia penal contra César Duarte y Jaime Herrera Corral. Se hace a regañadientes y porque ya no tuvieron otra opción.

La Procuraduría General de la República habló por boca de la licenciada María Elena Velasco Ramírez, agente del Ministerio Público de la Federación, adjunta a la Unidad Especializada en Análisis Financiero. Dice la PGR que son actos ciertos los que se reclaman en el amparo y se defiende por los más de 3 años que les ha tomado hacer una investigación que, a final de cuentas, es sencilla, y que si fuera muy compleja de todas maneras, con voluntad política, ya se hubiera conocido la verdad profunda de la corrupción acusada.

Para evadir responsabilidades, dicen que los actos que reclamé son “parcialmente ciertos”, sin siquiera referirse al conjunto de ellos. Pero como dijo Galileo: “sin embargo, se mueve”. He aquí la reproducción textual de las respuestas que da el Ministerio Público en su informe justificado:

“Es cierto que actualmente esta Representación Social de la Federación a la fecha lleva acabo la integración de la averiguación previa cuyo número correcto es AP/PGR/UEAF/001/2014-09 en donde figura como denunciante Jaime García Chávez, misma que se encuentra en tramite de investigación en la que se han practicado y faltan por practicar una importante cantidad de diligencias orientadas a la búsqueda de la verdad histórica de los hechos denunciados y la probale intervención de los activos en su comisión (nota mía: los activos son César Duarte y Jaime Herrera)”.

Continúa diciendo la PGR en este informe:

“La referida indagatoria se encuentra en trámite e investigación ello en atención y consideración a la magnitud de los hechos denunciados, que en la averiguación relacionada se investigan, aunado a que en la misma existen diversas personas involucradas y sujetas a investigación por lo que ineludiblemente esta representación social por Ley, debe agotar la práctica de diligencias relativas a todos los involucrados y el esclarecimiento de los hechos penalmente relevantes a fin de verificar la verdad histórica de los mismos, así como la intervención de los probables responsables, es por lo que aún no se determina la averiguación previa en cita, por lo que una vez que se agoten las lineas de investigación que se encuentran abiertas en la averiguación en que se actúa, se procederá a su resolución conforme a constancias recabadas”.

Hasta aquí lo importante: finalmente la PGR reconoce que hay una investigación en forma, poniéndose punto final al regateo practicado para desconocer las reclamaciones formuladas en la demanda de amparo. Regateo que estamos dispuestos a llevar a los tribunales para el fincamiento de responsabilidades, en particular contra Raúl Cervantes, el defenestrado.

La audiencia constitucional se celebrará en la Ciudad de México el próximo 6 de diciembre. En esa oportunidad se defenderá integralmente la solicitud del amparo, en particular lo que se refiere a la conexión del caso Duarte planteado en la averiguación previa AP/PGR/UEAF/001/2014-09, con la posible solicitud de detención con fines de extradición del tirano corrupto.

El informe justificado de la licenciada María Elena Velasco Ramírez tiene una tonadilla regañona a mi persona. No me importa, puedo pasarla por alto, porque está lejos de ser la miga esencial de este asunto.

Lo más importante es que la batalla en los tribunales continúa, que no arriaremos banderas, que defenderemos la dignidad ciudadana en búsqueda de una real verdad histórica en el asunto que atañe al dueto delicuencial Cesar Duarte-Jaime Herrera. Y decimos real porque no es infrecuente que esa verdad histórica a veces signifique mentira e impunidad. Es la moraleja de la indagatoria de la matanza de los estudiantes de Ayotzinapa.

Con tenacidad, continuamos en la batalla.