El Diario de Chihuahua, cuyo nombre evoco por una necesidad referencial pero que me cuesta trabajo acordarme y a veces no quiero hacerlo, afirmó hoy que el gobernador del estado tomó las pasadas vacaciones navideñas con cargo al erario usando una aeronave oficial y cita entre las fuentes de información al propio gobierno estatal. Aún así, el Ejecutivo lo negó, con irascibles argumentos, muy al estilo Donald Trump, mediante un mensaje en las redes sociales en donde se destacan, entre otras acusaciones, que “la burda nota del día de hoy tiene el mismo propósito de las mentiras pasadas, tratar de modificar nuestra decisión de retirarle a esta empresa la partida anual de más de 100 millones de pesos que les daba César Duarte para ocultar y callar sus trapacerías (…)”.

Las faltas de ortografía –raro en él– develan lo apresurado de su reacción frente a la nota publicada en los periódicos del empresario Osvaldo Rodríguez Borunda, pero sacan a flote, por lo menos en estos momentos, la virulencia y visceralidad de un mandatario –lo cual ya no es raro– que prefiere subirse al ring con los medios y mantener un combate en el que a veces brota el chantaje, el escarceo público, pero que a final de cuentas, en las gradas, puede llegarse a un arreglo, como ya ocurrió con algunos competidores a los que otrora no podía ver ni en pintura.

Ir en plena época navideña a Mazatlán para asistir sólo a la toma protesta de su homólogo priísta de Sinaloa también suena algo burdo. Parte de las suspicacias generadas por ese enfrentamiento es que la toma de protesta fue en Culiacán, sede del Congreso, y no en el paradisiaco puerto ubicado más al sur en la geografía sinaloense, como indica el propio Corral en su Facebook: “…viajé a Mazatlán para asistir a las distintas actividades con motivo de la toma de protesta del Gobernador Quirino Ordaz Coppel…”. Suponiendo que fue en el avión gubernamental, es algo que no aclara, o da por hecho, a pesar de señalar que todos su viajes personales los paga de su bolsillo. Quizá la tripulación de la aeronave ya se quedó acostumbrada a los ligeros desvíos de ruta de Duarte. ¿Se acuerdan? Ayer los destinos recurrentes eran a Balleza, hoy a Mazatlán.