Pues resulta que el gobernador del estado, quizá animado por la agencia de noticias de AP (Antonio Pinedo), se puso a jugar al rating y, tras anunciar que daría una noticia bomba, al menos acá en Chihuahua no tuvo el efecto deseado. Por desgracia, el asesinato a mansalva de un hombre frente a su familia, al salir de un centro comercial, captó más la atención de los internautas.

Aunque el tema del espectacular anuncio que daría Javier Corral se desinfló por sí mismo, una lectura minuciosa (ni tanto) revela, a manera de conclusión, que el gobernador fue a lavarle la cara al sucio procurador general de la república, Raúl Cervantes, y de paso a Peña Nieto, al afirmar en por lo menos dos ocasiones que aquellos se habían “comprometido” a actuar frente a las denuncias y las diez órdenes de aprehensión libradas por jueces de control locales, como parte de un requisito sobrado para exhortar la extradición del prófugo César Duarte Jáquez, ubicado en El Paso, Texas.

Un supuesto acuerdo, de esos que jamás sabrá el contenido la ciudadanía, habrá obtenido el gobernador con la federación, aún cuando él mismo informó que sólo fue recibido por el subprocurador de la PGR, dada su insistencia en afirmar que Cervantes y Peña Nieto seguro que cumplen con la extradición a partir de su carretada de expedientes entregadas en diablito, según costumbre panista, como la empleada antes por Gustavo Madero, quien también formó parte de los que encabezaron la rueda de prensa con reporteros de medios de circulación nacional. (¿Le habrá dado Madero la idea a Corral de la aparatosa entrega física de expedientes?).

Diametralmente opuesto al Corral candidato, el Corral gobernador se lanzó ahí contra “las voces” que han criticado las complicidades de Raúl Cervantes y Peña Nieto para brindarle toda la protección posible a César Duarte. Cervantes y Corral tienen prácticamente un año en el cargo y es apenas ahora, arrancado formalmente el proceso electoral, que empiezan las afinidades, al menos visiblemente. Es ahora cuando los que han obstaculizado la aprehensión de Duarte a partir de la denuncia penal que se interpuso el 23 de septiembre de 2014 forman parte de la defensa de Corral. Es ahora que los acusadores son acusados y esa tónica mediática ya la gastó hace mucho el propio Duarte Jáquez, no sólo contra Unión Ciudadana sino contra Corral mismo. Bien se ve que el nuevo Narciso no ve ni oye lo que hemos expresado como fundada denuncia popular en torno a las burdas chicanas que emplea Raúl Cervantes en el amparo indirecto 667/2017 del índice del Juzgado Sexto de Distrito de la Ciudad de México en materia penal y con el que la Unión busca denodadamente que se consigne a César Duarte para un proceso penal que arrancó desde 2014 y frente al cual Corral se comporta como un amnésico, por decir lo menos.

En el concierto local, Unión Ciudadana representa una de esas “voces” a las que ahora critica Javier Corral para defender a los priístas del gobierno incumplido y a las que alguna vez perteneció el hoy gobernador de Chihuahua.

Con mayor autenticidad, las bombas yucatecas también hablan del desencanto, como aquella que popularizó Tin-tan en una de sus tantas comedias: Antenoche fui a tu casa / y me ladraron los perros / quise agarrar unas piedras / pero me embarré los dedos.

Por eso digo que para bombas, las yucatecas.