De San Juanito, en el municipio de Bocoyna de nuestro estado de Chihuahua, me propusieron un servicio a la comunidad. Servir de correo para hacer llegar un mensaje a Omar Bazán, presidente del PRI en el estado, más ahora que co-habita en el gobierno.

Se trata de una cobranza: Reidezel Rodríguez Gracia, Herminio Rascón Ramos, Isidro Rascón, Adelina Caporal Rascón, María Teresa Domínguez Sandoval y Julia Ester Soto López –por sí o por sus albaceas–, quieren, desean, añoran que les paguen los adeudos por los negocios que un día compartieron con él y que luego los abandonó, esfumándose de la región, luego de haberlos defraudado en negocios que sólo le dejaron ventajas al político, como gestor cercano a las oficinas del gobierno.

El motivo que me obliga a prestar este servicio es que he denunciado aspectos de la personalidad de Bazán, para entender mejor su trayectoria de político y hombre público, que llegaron hasta la sierra. A la vez me dan el ofrecimiento de corroborar mis acusaciones vertidas en el modesto periodismo que ejerzo. Encargo cumplido.