Parece déjà vu: un secretario de Hacienda tratando de convencer a unos diputados de que lo que les propone no es deuda, aunque se deba, sino todo lo contrario. Hace dos años el encargado de las transas financieras de César Duarte, Jaime Herrera Corral, también se presentaba en el Congreso del Estado para negar que los más de 50 mil millones de pesos no eran deuda, sino otra cosa… pero se debían.

Hoy, Armando Fuentes Vélez, cerebro hacendario del Nuevo Amanecer (sic que navega en el limbo por una disputa autoral), se ha sentado con los diputados y les ha explicado más o menos lo mismo, pero equivalante a casi la mitad de la deuda que en su momento negaba Herrera Corral, convertido hoy en testigo protegido de lujo de la Fiscalía. Hora del sospechosismo.

Nomás por especular: quién puede saber si esa decisión de refinanciamiento de la deuda del estado de Chihuahua, con un crédito por 20 mil millones de pesos, no sea otra más de las aportaciones teóricas de aquel testigo protegido, en vías de convertirse –si es que no lo es ya– en asesor del corralismo en materia de corrupción a través de abstracciones financieras.

En muy poco tiempo el Nuevo Amanecer (sic que clama por el ídem) ha hecho cosas muy similares a las de su detestado antecesor: viajar a China a promover quién sabe qué; jugar golf con los cuates, sobre todo si son empresarios; viajar a París justo en el verano; enviar al secretario de Hacienda a convencer a los legisladores para que aprueben deuda… Sólo le falta –y no es tip– que viaje a Calgary a recibir el Sombrero Blanco con que esa ciudad distingue a visitantes reconocidos.