Nadie sabe para quién trabaja. Nada menos ayer nos enterábamos que la PGR sigue llevando a cabo su política de millonarias recompensas para atrapar delincuentes en lugar de invertir en sistemas de inteligencia e investigación para realizar sus propias capturas, y hoy nos topamos en las páginas de los medios con una foto para el (mal) recuerdo: la republicana secretaria de Innovación y Desarrollo Económico, Alejandra de la Vega, y el consejero presidente del IEE, Arturo Meraz, mostrando la firma de un convenio en el que –lea usted bien– “destinarán dinero de multas electorales para la ciencia y la tecnología”.
Qué le digo. Es el país que tenemos. Por décadas, quienes se dedican seriamente a la investigación científica y tecnológica en nuestro país casi han suplicado por porcentajes más generosos en los presupuestos anuales y ni así les han dado, aunque en los discursos oficiales se diga que esos temas son estratégicos y fundamentales para el desarrollo de México. Puras habas. En los hechos, a la investigación científica y tecnológica le ocurre algo similar que a la cultura. Si uno revisa los presupuestos anteriores al 2017, en el caso de Chihuahua, podrá observar que las primeras disciplinas ni siquiera aparecen, mientras que a la segunda se le dedica menos de medio punto porcentual del gasto público.
Pero la firma que suscribió la millonaria priísta y funcionaria corralista comprometen los casi 50 millones de pesos provenientes de las multas a partidos y candidatos para ciencia y tecnología. De modo que, imaginación en mano, ya es posible que los investigadores que por años han anhelado apoyos a sus tareas ahora le estarían apostando al fraude, la reyerta, los gastos excesivos de campaña y todo los vicios electorales que tanto daño han hecho a la república. Si así fuera, hasta convendría que esto ocurriera en el 2018, porque entre más multas, más dinero para la secretaria trumpista de Chihuahua.
Especulaciones aparte, en lo que no se midió Alejandra de la Vega fue al prometer, durante la firma de ese convenio con el IEE, que dichos recursos tendrán el mejor uso y con “total transparencia”, cuando fue ella una de las pocas integrantes del gabinete actual en no dar a conocer el llamado 3 de 3 arguyendo cuestiones de seguridad.
La firmadeconveniotitis se ha esparcido hasta la presente administración y cualquier cosa es válida para hacer que se hace. Ojalá le generosidad de la exasesora de Enrique Serrano hubiera alcanzado para superar esos 50 millones que recibirá de las multas electorales, la misma que tuvo para inyectarle al partido de Donald Trump.
¿En qué institución pública o privada en Chihuahua hay investigación científica y tecnológica seria?
¿A quién beneficiará el cierre de las universidades tecnológicas que están en la agenda de la SEC? Es lo que se preguntan, quienes andan metidos en el ajo de la educación aquí en el estado. Pero, dicen, que ni volteen a ver a Pablo Cuarón y a su subsecretario, Miguel Angel Valdéz García. Uno es propietario de varias escuelas particulares, en Juárez y Chihuahua. El otro, es rector con licencia de la Universidad La Salle, así que, por supuesto, no tienen ningún interés marcado en el tema. Tampoco tienen nada en contra de la escuela pública, ni de los sindicatos de académicos y administrativos. Todo lo que hacen es nada más para calar a la octava, a la 42, a Acuña Peralta y a las sociedades de padres de familia. O seáse, es solo para ver si están bien adoctrinados y para saber si es cierto que son conquistas ganadas a pulso y en ocasiones hasta con derramamientos de sangre. Así que, si alguien piensa que puede haber negocio o interés comercial en el tema educativo, la verdad de las cosas, que ni lo piense. La Fuente Movil. La opción 15/062017. Raro muy raro es que hoy la URN la del Dany boy, este reconociendo a maestros y alumnos de la Guardería Juvenil del Último Recurso del Norte. No sabe ni por la O de lo redondo qué es ciencia y tecnología, menos la investigación. Su fuerte es el bolibol y el haibol. Es una verdadera lástima que los reconocidos residuos educativos asentados en las Universidades Tecnólogicas y sus notables remanentes CETYS, CEBETYS, etcétera, en aras de la ignorancia privatizadora y mercantilista se engulla lo que en educación vale la pena. Mucho OJO alumnos y padres de familia, deben estar pendientes de los mala-bares que hoy algunos ignorantes hacen de la educación. ¡La educación no es un capricho; es un DERECHO obligatorio, laico y gratuito del que todos los mexicanos y las mexicanas deben gozar!
¿Investigación seria? ¿Beneficiarios?
¿Qué tal el Technology Hub (Centro de Tecnología) sito en Ciudad Juárez ahí por la López Mateos? En ese lugar construyen sueños (sic.)
En un pésimo español los directivos del tal «hub» lo definen así en su sitio web: «Somos una plataforma de lanzamientos (resic) de proyectos de innovación y manufactura inteligente (sicazo), enfocados en la educación y colaboración, (otro sic, no va coma) para contribuir al desarrollo económico de la región.» ¡Zas!
¿Cuál es la región aludida? Juaritos-El Paso-New Mexico.
¿Quién está detrás del proyecto aunque no aparezca formalmente? La paseña y republicana doña Alejandra de la Vega Arizpe, esposa –como bien se sabe– de Paul L. Foster, Chairman of the Board de Western Refining. Gran filántropo el bato.
Digo, yo nomás digo.