Aunque sea simbólicamente, con todo y las repercusiones que el simbolismo tiene en las conciencias humanas, grupos de mujeres y hombres que encabezaron lideresas de organizaciones como el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM), clausuraron por machista y corrupto el Tribunal Superior de Justicia, que regentea José Miguel Salcido, amigo y protector del magistrado golpeador, juarense y con licencia desde mediados de julio, Filiberto Terrazas.
De manera enérgica, dirigentes como Lucha Castro, Elvira Villarreal, y activistas como Blanca Gámez, Marisela Terrazas, entre otras, denunciaron la violencia permisiva desde los tribunales en contra de las mujeres. Se pintaron el rostro para recordar las vejaciones de las que las mujeres son objeto en el estado y colocaron una manta sobre el monumento a la justicia del magistrado golpeador. La exhibida pública no sólo atañe a don Filiberto sino al espurio Salcido,que a pesar de que el barco ya hace aguas, este quiere perversamente mantener una imagen de suyo insostenible, tanto par él como para el magistrado golpeador.
Acciones como la emprendida ayer por el CEDEHM nos deben incitar no sólo a reflexionar sino a participar y tomar conciencia de que la corrupción política no sólo es César Duarte, Jaime Herrera y Carlos Hermosillo, sino las instituciones que el primero de este trío ha corrompido en cinco años, como es el caso del TSJ en las tenebrosas manos de Miguel Salcido.

Villarreal Aldaz y César Duarte en la hoguera de las vanidades

Mientras la Troya chihuahuense arde, el César Duarte se divierte a su estilo -acartonado como nunca y cada vez más carente de espontaneidad- al lado de su no menos ridículo y circunstancial amiguis Alejandro Villarreal Aldaz, secretario general de la Sección 8 del SNTE. En el Face circula un video muy mono 

https://www.facebook.com/armando.chavez.54772/videos/10207507156180718/

en el que Villarreal Aldaz (sí, el mismo que develó la placa de una escuela primaria con su nombre, cuando recién se estrenaba como dirigente sindical) intenta demostrar quién lleva la batuta… frente a niños de educación elemental. Según su vanidad y lacayismo, los “dirige” cual orquesta sinfónica (algo que pudiera preocupar al secretario de Educación, Marcelo González Tachiquín, ahí presente y entusiasta participante, convertido hace unos meses en director de sinfónicas villistas) y al unísono de “el pollo con una pata… el pollo con dos patas… el pollo con su piquito…”, lo cual hizo sudar a dos que tres buenas conciencias en contra de la promiscuidad animal, los funcionarios públicos aplaudieron y brincotearon todos muy parejitos. ¡Ternurita!
El cuadro es de una hermosura casi bucólica: Cuauhtémoc como escenario de un populista evento denominado algo así como “Ceremonia Oficial de Inicio de Ciclo Escolar”, y en donde la cursilería de Villarreal arrastró consigo la vehemente participación del alcalde de esa ciudad, Heliodoro Juárez y la sorpresiva (bueno, ni tanto entre panistas) del diputado local, Humberto Pérez Mendoza. Duarte brincotea en una patita, justo días después del helicopterazo y antes de su intervención quirúrgica.
Lo difícil en esta analogía helénica ha sido encontrarle un símil a la mujer fatal por la que Paris provocó una guerra. Quizá no haya tal semejanza, pero de que Troya está ardiendo para Duarte, ni duda cabe. Algunos analistas ya empiezan a considerarlo un cadáver político