La reforma política en México

Septiembre de 1979
En coautoría con Rogelio Luna Jurado
Chihuahua.

El presente trabajo aspira a ser una respuesta a una necesidad fuertemente sentida por el genuino movimiento revolucionario de nuestro país: precisar lo límites y los alcances de la Reforma Política impuesta por el Estado al frente del cual se encuentra hoy José López Portillo. Está de más señalar que este trabajo no pretende ser concluyente en todos sus aspectos; por el contrario, lo concebimos como una contribución que, a la par con otros análisis ya hechos, trata de lograr incentivar un debate serio, y no apologético de criterios preestablecidos en forma dogmática o sectaria. Decimos esto porque estamos seguros de poder discutir nuestra aportación en distintas audiencias a las que tenemos acceso y en las cuales es frecuente encontrar trabajadores industriales, intelectuales avanzados, campesinos, miembros de los distintos partidos conocidos como de izquierda, ciudadanos sin partido y, desde luego, estudiantes y maestros. Todos ellos tienen como denominador común la pretensión de lograr la transformación revolucionaria de la sociedad, aunque mantengan discrepancias en torno a cómo obtener dicho cambio. En consecuencia este examen pretende polemizar los aspectos centrales que constituyen su temática, con la finalidad de corregir o reafirmar las posturas que aquí se manejan.

Para quienes ahora postulamos este trabajo, es significativo mencionar que él mismo es producto de nuestra militancia política al lado de los oprimidos por el capitalismo y el imperialismo; por ello, buena parte de sus planteamientos los consideramos una especie de patrimonio colectivo, tanto de nuestros compañeros de lucha más cercanos, como de los explotados en general, quienes de ahí han venido sacando sus armas teóricas. Por ello, por más que circunstancialmente debe ser una tesis en el el ámbito académico, seguramente, el presente análisis -finalmente- no encuadrará en los vetustos y carcomidos esquemas que alimentan las tesis de los egresados de las escuelas de Derecho de nuestro país, esquema que por otros muchos conceptos es abandonado en el presente examen de la Reforma Política. En especial hay una ruptura deliberada en cuanto no se reduce el examen de la Reforma al mero análisis jurídico -formal- de su contenido, manera ésta de enfocar las cosas las más de las veces ventajosa para las clases dominantes, en tanto que el laberinto del derecho burgués es cárcel de los oprimidos.

Con relación al asunto central hay que decir que la Reforma Política es sin duda uno de los intentos más serios de los que ha hecho el Estado mexicano para mantenerse en el lugar que ha ocupado desde la revolución de 1910-1920. Pero por otra parte, la Reforma Política ha planteado a las clases dominadas y a las organizaciones revolucionarias nuevos problemas que en muchos sentidos no han podido ser resueltos de la mejor manera, es decir, acogiéndose a los principios que son sustento de la lucha de clases proletaria. Por último habría que agregar que en torno a la Reforma Política se están deslindando las fuerzas que aspiran realmente a transformar la sociedad de aquellas otras que, autocalificándose como revolucionarias, de hecho han claudicado. Estas serían algunas de las razones que pesaron más para empeñarnos en el análisis de la Reforma Política.

En cuanto a la estructura discursiva del trabajo, habría que señalar que su primera parte no tiene más finalidad que refrescar en el lector acontecimientos y hechos que son antecedentes importantes para entender la medida reformista del Estado. En los capítulos subsiguientes se pretendió encuadrar la reforma en su coyuntura política específica lo que la explicará en su desarrollo actual, para de ahí examinar las perspectivas de la reforma por cuanto se refiere a las clases sociales, los partidos y la sociedad toda. Lo anterior nos permitió hacer una evaluación global del Estado mexicano, para lo cual recogimos toda una herencia teórica que existe en nuestro país y ello nos explicitó el camino para plantear las viscisitudes que la Revolución Proletaria en nuestro país tiene por ahora. En un futuro trataremos de dar una elaboración y una estructura más profundas a nuestro trabajo. Pese al enfoque provisional del problema en general algunos de los planteamientos los consideramos concluyentes por haberlos verificado en la lucha política cotidiana, de la que somos partícipes desde hace ya bastante tiempo.

Aparte de las limitaciones de orden personal, tropezamos con algunos obstáculos que nos impidieron ahondar el tratamiento de nuestra materia. Uno de estos obstáculos sería el hecho de que la misma materia que hemos estudiado se encuentra aún en proceso de experimentación. Las pasadas elecciones legislativas han sido la primera prueba de la reforma de la que no salió muy bien librado el proyecto del Estado; a ello hay que agregar el escamoteo inveterado de la información por parte del Estado, que priva a los interesados de toda una serie de datos y motivaciones que dieron origen a la reforma. Una limitación de orden científico fue que nuestro trabajo sólo trata un problema relacionado con el funcionamiento del Estado, lo que nos hizo dejar de lado amplios problemas que presenta la formación social capitalista de nuestro país. Por tanto, se omitieron muchos antecedentes que hubieran abultado demasiado el diseño de nuestra investigación.

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